no sabemos cómo
pero de pronto nos sorprendemos riendo
y la risa nos deja en la boca
el sonido de un paso desnudo sobre la nieve
de repente tenemos la imperiosa necesidad 
de cantar y de llamar por teléfono al futuro
para avisar que ya hemos llegado
ilesos
a destino/ no presumimos de hoja
y de pronto nos vemos árboles
no sabíamos mirarnos
y de pronto nos reconocemos por el aliento
que despiden nuestras manos al buscarse
no éramos sino bisagras 
marcos desvencijados por el tiempo
y de pronto descubrimos que uno a uno
hacemos una sola ventana
por donde la noche y el día meten sus narices
para buscarte en el secreto peor guardado 
de la historia: no sabemos cómo
pero te miro para mirarme
te digo amor para que tu boca se abra
y pueda yo asomarme a un mundo que desconocía/ 

No hay comentarios:

Publicar un comentario