si la miraba con ojos suspensivos
o la llamaba sin mover la boca
ella
desnudaba su texto
me ofrecía la redondez lúbrica de sus vocales
y mi boca caía doblada como una coma
sobre el oloroso jardín de sus párrafos
amaba que me leyera en voz baja
la letra pequeña
y las citas al pie de sus ojos
yo guardaba su espalda bajo mis axilas
y la llevaba a la cama con las páginas abiertas/

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