debo mirar a todo mundo
debo conocer los ojos de los trabajadores
sus días y sus noches y sus rabias silenciosas,
amor, somos anónimos como los pájaros,
y como los pájaros debemos compartir el cielo
con todos aquellos que respiran, fatigados,
los olores de la tierra,
nuestro amor debe hacerse a un lado
es decir, debe estar al lado de los hombres
al lado, del mismo lado, que las mujeres
que con sus manos producen el agua y el trigo
las camisas
los libros
las casas que habitamos
los zapatos que nos calzan
la luz que consumimos,
tus ojos, que amo y son mi alegría diaria,
no deben detener su furia y su ternura en mí
deben saber mirar a todo el mundo
porque de esa mirada universal
nace el particular modo en que nos amamos
la particular rabia con que salimos a la calle
a encontrarnos con los hermanos que luchan
día a día contra los muros que levantan los privilegiados
alrededor de sus ganancias
porque sabemos, si ellos ganan es porque nosotros
el pueblo y vos
el pueblo y yo
perdemos,
entonces, amor, tus ojos
tus ojos que amo y son mi alegría diaria
deben ayudarme a no detener la mirada en vos
porque el amor es siempre una abertura
una llave de paso, una tarjeta de presentación
con que salimos al mundo
a enterarnos de las tristezas del hombre concreto
de la mujer concreta
que como vos
y como yo
aman y sonríen
insultan y paren con sus cotidianas espaldas
toda la luz del mundo
la sombra toda de los días
la alegría como una apuesta segura en lo venidero/
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