que no lo vivamos
como si fuese el último
que dejes para mañana lo que hoy
pudieras hacer
y que no madrugues porque a Dios le encantan
los que remolonean en la cama
que te quedes mirando la nada
son tan lindos tus ojos cuando descontemplan ideas
y es tan linda tu boca cuando sonríe sin motivos
perdamos el día, mi amor,
vivamos nuestras manos como si tuvieras prisa
o no
no importa
arrojemos los relojes a la calle
que la noche los mastique sin impericias
desnudate y encendenos un cigarrillo
arrojá el humo sobre las bibliotecas
cantame una canción y yo te sigo
porque digamos que estoy podrido de las obligaciones
si después de amar lo único que nos queda
en la memoria son los restos de agua y aire
en que amaneces las lentas horas del refugio
perdamos el día, amor,
ganémonos la voracidad minuciosa de indagarnos
el clero repentino y esas otras visiones
donde soy tu cielo y sos mi ala/
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