yo mataré en la calle
en la pileta
mataré en la garita de colectivos
en las plantaciones de almendras
en el bar de la esquina
en el colegio de abogados
en la oficina de correos
en el mini shop de la shell
en la cola del cine
en la cama
en la playa de estacionamiento
en los números arábigos
en los congresos sudamericanos
en los manzanares
en las mazmorras
en las sinagogas
en los trailers 
en las babas de un pirómano
sobre todo si descubro al asesino
de Damasco
al sur de Río Orlan
a cuatro cuadritas del Solarium H.
es la dádiva del ruiseñor que duerme
el sueño liviano de las ostias/

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