podríamos empezar por deshacer el
simulacro aséptico de la noche y 
decir entre otras cosas que no hay grandes
victorias en todo esto del amor a 
hurtadillas del amor a cuenta gotas a
cuántas gotas de lluvia se necesitan para
detener el ojo sin tristeza ese ojo que 
somos a pesar del sol que nos ubicua 
amén del pasacalles que anuncia a todas
horas la común unión de tus bocas con las
mías y bien gracias y bien desde 
luego/

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