hay que estar muy visible
para amar una mujer
tienen que vernos desde el otro lado de la muralla
Dios debe sentir nuestra presencia como una amenaza:
en cualquier momento podemos quedarnos con el cielo!
que sepan nuestros nombres en Alemania
que sepan mis manos en Noruega
que se silencien las Ouroboros con su propia existencia
pero que tus ojos me miren siempre
siempre -nube encontrada en un armario, sol, ardilla-
que si me mirás me hacés visible desde el pan
desde la noche entonces te empiezo a dejar en
las manos las máquinas que producen sueños
y otras regalías/ 

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