noviembre ...

un otro cuando viene tan desprolijo 
y viene tan de sonrisa y de nidos y de sangre
y descubrimos -de pronto- que nuestros huesos
están cantando 
enamorados
o las estanterías del alma están repletas
de mercaderías
o me basta que me mires para saber que si te pierdo
o si me pierdes
el corazón me pesará como un titanium 
y se caerá de mi cuerpo
golpeará una a una mis vísceras como lianas de pan 
o de papel
y quedarás seca o vacía como la cáscara de un huevo roto
porque te llegué desprolijo 
me llegaste desprolija
pero me trajiste TANTAS nueces tantos encantos jugueterías
piñatas casitas hechas de cacao crema dulces de manzana
y los huesos me cantan
y los nervios son como un cuero hecho de grasas y cicatrices.

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