las manos de Paz ...

entonces mi mundito era así y así
y tenía un par de ventanas por acá
un patiecito chiquitito al fondo con un par
de jazmines que me habían regalado en
el trabajo por motivo de mis publicaciones
recuerdo que para ir de asia a oceanía me
bastaban tres saltitos y medio
que tomaba el pico más alto de los andes
entre el pulgar y el índice pero luego lo dejaba otra vez
en su sitio porque los cóndores chillaban
y eso me causaba cierta diversión pero claro
llegó Paz y la miré y me miró y yo no sé cómo
pero cuando quise apagar la luna para besar los
ojos de esa mujer ya no estaba colgando del cielorraso
de mi mundo sino que estaba urgente metida en el fondo del
universo y los andes cobraron dimensiones estrafalarias
y ya no pude a la mañana lavarme el rostro en el huapi porque
ya no tenía las dimensiones de una palangana sino que ahora
estaba grandecito grandecito y me caí dentro pero salí
entonces ocurrió que mi mundito se hizo mundo y las
manos de Paz me tomaron mis manos
y empezamos a andar la tierra que de la nada giró y
giró y giró sobre su eje y los pájaros y las pájaras todas
rompieron el azul con sus bandadas y sus trinos
y entonces ya no quise apagar ninguna luna para
besarle los ojos sino que hubo sol lindo sol cuando 
Paz me besó las puertas del mundito que habitaba/