H. Darencio Gómez Erguilla ...

quería un pájaro invisible
tocaba todas las puertas
entraba a todas las jugueterías
desvestía a los hombres con ansiedad
desvestía a las mujeres con ansiedad
quería un pájaro invisible
se adentraba en las colinas del mar
compraba cigarrillos largos en las butiques 
desinflaba con la nariz el palo verde de las nubes
solía correr desde Capital a Lomas del Mirador
porque perseguía al pájaro no visible
qué dolor le producían entonces las ballenas muertas!
cómo se mecía los cabellos cuando moría un abogado!
qué estatua no orinó de rabia por el petroleo derramado!
ah ... un pájaro invisible
quería un pájaro invisible
en su reloj de muñeca un segundero con la carita de Bart Simpsons
le hace hervir la bilis amarilla.

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