archipiélagos ...

nombrarla era un encanto
es decir
uno decía su nombre como un golpe de alquimia
algo cambiaba de lugar
o mutaba
o trágicamente se desvanecía
si era de noche la hora en que lo pronunciaba
todas las ranas callaban a un tiempo
y las luciérnagas comenzaban a croar
y uno mismo alcanzaba cierta levitación de santo
o pastoral
besarla era otra cosa
se ejercía otro milagro
uno se adueñaba de pronto de toda la arena
y de todas las palabras
y el olor de las barcazas hundidas inundaba el aire
peces alegres golpeaban sus narices contra mi espalda

se estaba ciertamente en el mar
ahora
desnudarla bueno
diré solamente esto:
era hundir las manos en los bolsillos del pantalón
y extraer archipiélagos de todos los tamaños
eso es todo
y no es demasiado.

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