Usher ...

esa casa comenzó a hundirse
poco a poco
imperceptiblemente se la fueron devorando los caracoles
las mariposas mordisquearon sus cimientos
los hombres pasaban diariamente
y le arrojaban una piedra pequeña como el puño de un niño
las piedras golpeaban casi en silencio las paredes
que parecían impermeables a las pedradas a los mordiscos
al franco devaneo de la lluvia al olvido de la muerte
esa casa se hunde
de ella huyen por las ventanas aún abiertas un hombre
y una mujer que fueron juntos el mar/ la luna/ el trigo
sus manos quedarán para siempre con estigmas de barro
y la más leve llovizna les cortará las orejas
y dejarán un charco azul marino incorpóreo allí
donde el recuerdo los golpee con imágenes futuras/

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