el cuarto de hora ...


siempre era lo mismo
era el café medio frío a la mañana temprano
era cepillarse los dientes casi dormido
y aceptar que su imagen de sí en el espejo
lo mirase zozobrando y le dijera
es tarde
el trencito de las nubes se fue hace un par de años
se te pasó el cuarto de hora
y el medio tiempo
y el interludio de todas las probables probabilidades
de llamarte sol
y él aceptaba el chiste
y acompañaba la sentencia con media sonrisa en la boca.
un día le llegó con el viento una mujer que comenzó 
a amarlo.
curiosamente traía en sus manos un reloj de arena.

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