inicios ...


amarte.
empieza de a poco.
desprolijamente.
no queriendo 
o no dejando que tus pajaritos
me entren por las ventanas.
amarte
empieza de a ratos.
porque de pronto fue viajar en colectivo
o estar esperando en la cola de la panadería
y sentir un resquemor en el estómago
y toser convulsivamente porque quedaban en la garganta
atoradas las mariposas: has visto
soy hombre
pero igual me crecieron mariposas que te anunciaron
mariposas mesías de vos 
que me predicaron tu nombre
incrédulo las espantaba
o intentaba morderles un ala cuando me rozaban los dientes.
amarte fue un largo camino a casa.
una desprolijidad de la tristeza -esa cerrajera inútil-
que no llegó a encerrojarme todas las puertas
por donde el sol metía sus manos chorreando auroras.
amarte.
empieza a cilindradas breves el corazón a buscarte
hasta que se deja de pendejadas y se desnuda de todo
ante tu miniatura de cielo.