sobre un banco
que la pestaña eléctrica del viento roe
el cuerpo gris de un hombre
o tal vez su sombra
fuma un cigarrillo mientras cierra los ojos
animal de su propia historia
voz hecha de inapelables siglos
sea quizá mi amigo, ola, rocío, enredadera.
un hombre de ojos verdes
y camisa desaliñada.
sobre un banco
que a la limadura del día y de las noches
se deja tocar por la ceniza de
la memoria que es océano, allí,
mi viejo no muere
no morirá
no podrá hacerlo/

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