está en su casa
en un período feliz de su vida
llaman a la puerta
es una mujer
una joven mujer
que en sus manos tiene
folletos religiosos
la mujer le habla
en su sonrisa hay palabras
debe agradar
pero él
a pesar de ser un hombre amable
no la oye
un pecesito rosado
que algún artesano ha trabajado
cuelga de una fina cadena
del cuello de la oradora
en ese pez el hombre
cuya esposa pasea al niño en común
por todas las habitaciones de la casa
porque llora y no apetece la teta
el hombre en ese pez ve
la vida y ve la muerte de
decenas de países
mundos incluso
y ve el rostro de un dios negro
que sonríe
con un cigarrillo entre los dientes/

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