elegía esperanzadora de un día de enero/

íbamos a ir a unas piletas
porque es enero
porque hace calor
y porque podemos darnos ese lujo
mientras otros deben arrojarse
agua fría en la espalda
con una botella reciclada de Coca- Cola
íbamos a comer unos sánguches
de salame y queso
con mayonesa
pero los colectivos cuando es verano
aunque también cuando es invierno
tardan mucho
y a mí me da tanta rabia que tarden tanto
tanta rabia que me gana la garganta un nudo
y comienzo a deslizar pseudoteorías sociales
casi rayando el lenguaje marxista
y quienes están a mi alrededor me escuchan
con impaciencia creciente
porque mi mal humor crece
como las gotas de sudor que me raspan las nalgas
y en esos momentos me imagino
a los empresarios invisibles detrás de
las líneas de colectivo
los imagino en playas mexicanas
o en hermosos hoteles de la costa argentina
o en paradores brasileros bebiendo un zumo de coco
e imagino a los choferes
bañados en el sudor de las 12 horas de conducir
y más rabia me da todo
los empresarios (esos holgazanes del mundo)
no quieren perder ni un centavo
entonces largan un colectivo cada dos horas
y uno se tiene que joder envejeciendo en la garita
porque uno decide no tener un automóvil
porque sencillamente no me gustan los automóviles
y uno entonces es el gil del barrio
pero eso no interesa
lo que interesa es visualizar el rostro doradito
de esos empresarios que no pierden nunca ni un centavo
y encima el pasaje sale casi diez pesos
es decir que una familia promedio
gasta 80 pesos para ir a una plaza
y el estúpido consuelo de saber que hay gente
con lo que llaman "menos suerte"
que para matar el calor se mojan la nuca con hielo
mientras uno va a una pileta
y se debe vegetar en una garita de colectivos
porque el transporte es privado
en el mundo de lo privado mandan los dueños.
pero nada, NADA, es eterno.
algún día nos cansaremos tanto de tanta hijadeputés disimulada
algún día todos podremos ir a una pileta
o tener una en casa
y tener una casa, claro,
porque sería lo más normal del mundo
que todos tuviéramos una casa.
y los empresarios serían entonces
monstruos que se extinguieron un día.
personajes de terror que los padres utilizarían
para que los niños tomen toda la sopa
o se cepillen los dientes para hacer nono.

No hay comentarios:

Publicar un comentario