íbamos a la casa de José Roncaglia
y él nos leía la poesía de su tierra,
y se le llenaban las lágrimas de ojos
y se le encarnizaban las almas de pájaros
y nos decía que iba a volver
que Perú lo esperaba
con los brazos abiertos
que su patria era suya
que iba a volver desnudo
porque se había ido desnudo
y daba alegría verlo
tan displicente con la muerte
tan tuteador de la vida
José Roncaglia murió un día
del invierno rojo y blanco
la poesía de luto, el mar de luto,
de luto los senderos olorosos de frutillas
de luto su cerveza, sus zapatillas desvencijadas,
tenía en la mirada una catedral de nubes.
en el alma pájaros
en los pájaros el viento/

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