el río lo conocí de pequeño
cuando mi corazón era bueno
y no tenía mácula alguna en el alma,
luego fui creciendo
me hundí en la ciudades
en los satélites
en los comercios
en los sesudos estudios literarios
en la interpretación de los sueños
en la diatriba del amo y el esclavo
en los humanos asuntos del viento en la trampera
en el amor de la hoja junto a la hormiga desdentada
en el terror
en la rosa
en la delicia de la tristeza bajo balcones de hospitales,
que me fui haciendo grande
a imagen y semejanza de la Historia de los Hombres
y me fui quedando solo porque no podía conmigo
y cosa que mi mano tocara se rompía silenciosa
entonces volví al río
allí estaban mis padres
eran el agua y eran el aire
y también eran los barcos que en el horizonte se aburrían
y eran los peces en su alegría insospechada
volví al río donde mi corazón se deja
acariciar sin culpas el lomo rojo, el verde mármol/

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