tres sombreros
escapados de una marroquinería
andan el pleno centro platense
guiñándoles un ojo
a las carteras de cuero de las damas
a las billeteras piel de oso de los caballeros.

se derrite el ártico, señores,
pero esto los tiene sin cuidado
los tres andan locos en el viento

si un niño quiere tomarlos
ellos le enseñan los dientes
y gruñen como perros del infierno:
el niño retrocede asustado
hasta las largas piernas de la madre que mira
babeando por boca y orejas y otras adyacencias
las ofertas de las casas de moda.

tres tristes sombreros
tres sombreros existencialistas
han abandonado la marroquinería en pos del libre albedrío.

el viento, cual cocodrilo incoloro, los golpea con su cola
y van de aquí para allá, ya hastiados y des-prolijos.
pasa el camión de la basura
ellos se miran en silencio y se comprenden.
dan un salto
y se pierden dentro de la boca trituradora de residuos/


No hay comentarios:

Publicar un comentario