en sacar mi cuerpo de la cama
no es que me esté costando levantarme
es que prefiero no recordar tan pronto
cómo es el mundo allí fuera
acá es silencioso y espléndido
hay una hermosa biblioteca
un hogar a leña -en otoño e invierno se
prende y larga un humo de la hostia-
hay un televisor que ya no sirve
la vez que intenté encenderlo
para mirar un partido de fútbol
algo le explotó dentro y así quedó,
me demoro más de lo necesario
luego apoyo los pies en el piso
los dejo llevarme hacia el baño
donde tomo una ducha caliente
mientras cepillo mis dientes
y canturreo una melodía de Jacques Brel
una que siempre me ha gustado
que habla de marineros y puertos lejanos
y de mujeres que bailan y eructan al compás,
siempre antes de salir al mundo
leo algunas poesías por Internet
me abrigo -estamos en otoño- subo a la bicicleta
y gano las calles, pedaleo hasta el colegio
donde doy clases de literatura
a jóvenes que me miran con ojos familiares,
después de todo -me digo- es sencilla la cosa,
andar conmigo y con mi sombra y esperar
una mariposa, un río, un aullido, una víspera
de algo/
No hay comentarios:
Publicar un comentario