yo podría ser un hombre extraordinario
si me lo propusiera
podría ser un hombre verdaderamente bueno
llevar una vida más sana
reírme más de mis propias limitaciones
dejar a un lado la poesía que tantos dolores de cabeza me trae
ponerme a trabajar duro en los colegios
aceptar todo tal cual se me dé
yo podría ser realmente un príncipe azul o rojo
o del color que se me pida ser
pero resulta que soy el penoso resultado
el triste, el alegre, el fatídico, el enrevesado, el pomposo
el dichoso producto de la unión extramatrimonial
de la civilización cristiano-occidental
y toda la herencia biológico-cultural de los
gegenes que habitan las selvas tropicales de
América Latina/

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