toco el brazo de una muñeca que ya no existe
y si existe 
no es aquí ni ahora su existencia

en otro tiempo quizá

en la vidriera de una juguetería
despertó suspiros
abrió párpados
empañó palabras que rogaban a la madre "comprámela
la quiero
será el mejor regalo que puedas hacerme"

y la abnegada madre
que el piso de la señora friega y lustra
sacaba de su agujereada cartera
el dinero suficiente
para el sueño suficiente

o tal vez me equivoque
y piense más de la cuenta
y esa muñeca no sea sino el regalo
cotidiano y fatigoso
del empeño materno
o paterno, porqué no

de todos modos la muñeca ya no existe
o si lo hace es en otro tiempo
en otro espacio,

digo
pienso
que algo parecido
nos debe ocurrir
con la memoria/

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