él quiso escribir el poema más mejor del mundo.
se compró lo necesario
se sentó en un parque
miró el arroyo
miró las palomas
y concibió la cosa más espantosa en materia de literatura.

escribió el poema más peor del mundo
de la historia de la lírica occidental

lo bueno es que se dio cuenta.

se puso de pie y caminó hasta el Puente de las ánimas lóbregas
así de extraño y extenso el nombre del puente

se subió a su baranda y justo pasaba yo
y le dije "che, qué vas a hacer"

MATARME me contestó

"¿por qué?"

porque soy un pésimo poeta.

"ah, pero no te hagas drama... todos somos pésimos poetas
si fuera por eso el arroyo quedaría cubierto de hombres y de
mujeres que diariamente se inmolarían a la Diosa Poesía"

y cómo hago para vivir con eso? (preguntó crispando los dedos)

"hacé como yo, le dije, no escribas, no hace falta, para qué.
vení, bajá, vamos a tomarnos una cervecita al bar de la esquina
que siempre la acompañan con unos manises salados que
te caes de alegría"

pero yo creía que el poeta debía luchar contra la lengua
hacerla parir palabras y entregarse en alma y cuerpo

"mirá, son todos garcas los poetas, todos eh
no se salva uno,
vamos al barcito y relajate.
de última le robás un par de ideas a Neruda que ya muerto
o a Gelman
o googleas algún poeta asiático
cambias sus palabras por sinónimos y listo...
no te hagas tanto drama por la poesía,
mirá a tu alrededor
todos viven y les importa un carajo la poesía
y viven..."

el joven poeta se puso la boina de costado
encendió un cigarro
y le preguntó al otro: decime, ¿PAREZCO, al menos un poeta?

"totalmente querido"

fueron caminando lentamente y abrazados
hasta el bar de la esquina
donde hablaron del precio del Blue Dólar
y de las maravillosas ofertas que Carrefour ofrece
los últimos sábados de cada mes/

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