se desarman bajo el agua los argumentos
de los argunautas,

tienen siempre a mano una palabra para enfrentar las horas
dicen preciosidades bajo la luna,
esconden su cabeza bajo la tierra
mugen desde allí el nombre de las flores,

tocan con el codo los ojos de los insectos
no vacilan ante la posibilidad de la muerte,

arman mitines donde comen y beben abundantes manjares,
dejan sobre el desnudo esqueleto de la literatura sus
prendas íntimas
y se invitan mutuamente a morder el culito dulce de los
duraznos que crecen fuera de estación,

si ven un animal mitológico lo apedrean riendo famélicos
y ponen risas de colores, cuelgan dientes y muelas de
los cables del tendido eléctrico que cruzan submarinamente el 
mundo,

el lenguaje es para los argunautas un orgasmo psíquico y telúrico,
si descosen un reloj se reparten hambrientos sus engranajes y tuercas,
hacen casas de adobe donde realizan talleres de pintura y cerámica,

comen arte, comen la corteza del arte,
dicen que aman y no aman,
prometen que lloverá y dejan sobre las veredas potes de yogurt
para juntar el agua/

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