Delmira Anubio se acerca al oído de madame Cullet y le dice:

hay que dejar las pretensiones a un costado,
subirse al bote y arrojar al agua la esperanza,
así,
como
si tirásemos los remos y nos dejáramos llevar río abajo.

a veces siento que la poesía me está pudriendo los dientes.
las caries de la literatura somos los poetas.

algunos se vuelven simbolistas,
otros surrealistas,
otros dadaístas,
otros urbanos,
otros bucólicos,
otros conceptuales,
nerudianos,
baudelaireanos,
lorqueanos,
goetheanos,
tuñoneanos,

otros poetas se vuelven marlboro
otros pasta dental

otros se dedican a no escribir nunca en su vida una poesía donde
deban arriesgar un centímetro la reputación que han logrado gracias a
esos siete u ocho poemas ganadores del Premio Nacional del Chimango,
dicen, una poesía no vale la pena el desprestigio.

otros poetas son ácidos como la mona.
Jimenez.

hay que dejar las pretensiones de lado.
dijo un caballo que pastaba cerca de la ruta 11.

escribir como si estuviéramos jugando a la pelota.
escribir con faltas de hidrografía.

tomar toda la sopa.
eso, tomar la sopa.

subirse al bote y dejarse llevar río abajo.
decirle a Monseñor Cucú que estamos listos para despegar/

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