saber decir hasta acá llegamos.
dejar de visitar a diario el cementerio de caracoles
donde una vez creímos que el sol era nuestro
que cada grano de arena nos pertenecía
que cada animal de este mundo nos pertenecía
que la muerte de las cosas bellas acontecía lejos de
nosotros, en otro país, en otro mundo.
duele como si a cada instante nos sacaran una muela con
una tenaza, pero nada duele más que la esperanza
nada es más terrible que la incertidumbre de
no saber decir basta, no puedo seguir recostándome sobre un
lecho de pirañas ávidas de mi carne.
saber decir hasta acá llegamos es más importante que
los pájaros, más importante que la gloriosa alegría de
estar vivos, dejar de visitar a diario el cementerio de
caracoles y aceptar que el sol y los granos de arena y los
animales y el amor pueden sobrevivir adecuadamente sin
que nuestros nombres rocen lo infinito/

Matías G. Hercano (Guatemala 1956- 2011)

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