tanto dolor para qué.
tanto subir peldaños de viejas iglesias.
tanto hincarse en tierra con un nombre en los labios
si al fin y al cabo del dolor se aprende
más que de cualquier Doctor en leyes
no hay profesor para la vida más licenciado que la pena
al menos eso decía siempre la abuela mientras regaba el patio.
tanto dolor para qué.
pregúntenle a cualquier hijo de vecino para qué
pregúntenle al inspector de tránsito para qué
pregúntenle a los estibadores portuarios para qué
a los peces
a las aves
a los mamíferos
a los sultanes
a los chinos
a los sepultureros
a los abogados
a los enfermos
a las cabras
a las conductoras de televisión
al niño que se orina los pantalones en el recreo
al cocinero que ha perdido su receta
a las mesetas
a los ríos
a los hombres que soportan el son del sol en los yerbatales
pregúntenle a Tales
a Heráclito
a Sir Von Mark Den
al orador de la plaza Sarmiento
a los vendedores de espuma nieve
a las bailarinas clásicas
abran la tumba de Verlaine y pregúntenle
desclaven a Cristo del madero y háganle la pregunta
pregúntenle a ver si vale la pena
tanto dolor para qué/

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