testamento/

los que tocan su guitarra
o la guitarra de un amigo
o la guitarra robada
que, por supuesto, ahora les pertenece
los que tocan la guitarra en los trenes
en las plazas
en los colectivos
son mis mejores amigos
aunque ellos no lo sepan.

los poetas que no comparten
con el pueblo su voz y su canto
esos
son mis enemigos íntimos

todos los días clavo alfileres
sobre sus figuras de barro que yo mismo construí
aunque ellos no lo sepan.

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