Algunas palabritas acerca de algunas palabrotas (por León Peredo)
A esta altura de la Historia, así con mayúscula, sabemos que el estado de alerta en el que vivimos (no hago un recorte territorial, ya que en un mundo globalizado, en este almacén gigante en el que vivimos, el estado policial es el mundo) tiene como objetivo primario cuidar no las personas sino los bienes: ya que ser o no ser depende de tener o no tener, el ojo vigilante cuida los bienes materiales que son -para la lógica de este modelo predatorio- los bienes existenciales.
Cuanto más se acentúa la brecha entre quienes tienen mucho, los que tienen poquito y los que tienen nada, más se recurre a los perros de caza (y de casa): y las industrias automotrices saltan de alegría porque cada patrullero significa en lo concreto una venta, un gran negocio, un engordamiento del capital económico. No solo eso, claro está, cada patrullero es un símbolo del temor (te temo, por eso te vigilo) y, al mismo tiempo, un símbolo de la impotencia del poder (qué es el poder? es el resultado histórico de la imposición de reglas y normativas que fueron haciéndose necesarias a medida que los temores iban perdiéndose entonces ya no bastó solamente la palabra amenazadora y la mirada severa, vinieron las leyes escritas a legitimar los intereses de ciertos empresarios e industriales): cámaras de seguridad, policías, seguridad privada, gendarmería, patrullas, etc, toda esa tecnología demuestra entonces el miedo y la impotencia.
Claro que ese miedo e impotencia se traducen rápidamente en gatillo fácil, represión constante, leyes que protegen la supuesta integridad social y, la reina de todas: las cárceles. Una alumna (15 o 16 años) me dijo que estaba realmente cansada de salir de la escuela y mirar hacia todos lados por temor a que le roben. Ese temor, ESE TEMOR, es la joya más preciada del sistema. El miedo es más cohesivo que el Poxipol. Qué jodidos estaremos que entrar a un banco es más importante que entrar en una biblioteca... no sé quién lo dijo, pero tomo esa frase y me voy cantando bajo la lluvia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario