anillo de compromiso/

las nubes cuelgan como ubres del invierno
de ese otro cielo donde se reflejan los árboles
y las calles
y las lentejuelas
y los sombreros locos
y los bastones ciegos
y el amor que viene y trae los ojos
de una mujer que tiene cero tolerancia al olvido
que tiene los colmillos cargados de temores
y en el corazón una carretilla llena de sandías
para las manos de un hombre cansado de correr
en la misma dirección en que corren los impuestos
del municipio
de la provincia
de la nación
del mundo
ese hombre es el cero por ciento per cápita de las ganancias
internas de la patria
pero quiere comprarle un anillo
un anillo de compromiso
y entra a la tienda
bienvenido a la joyería
y saca del bolsillo del impermeable los ahorros
golpean las monedas el mostrador ambarino
escoge el más barato
se lo prueba en el meñique
la empleada le mira las manos callosas por la pala
por el martillo
por la maza
por el sueldo que le dura una semana y media
y los sueños le duran toda la vida
sale de la joyería
mira las nubes que cuelgan como ubres del cielo venidero
estira la boca y mama
mientras en el bolsillo de su impermeable el anillo
arrinconado como una vaquina de san antonio
pequeño luminoso
le recuerda el rostro
bienvenido de su amada/

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