yo no quiero que seas un país.
no quiero que figures en los mapas.
ni que te tracen inexistentes equinoccios
ni que en la escuela los niños deban
estudiar tu longitud ni tus biomas.

yo no quiero otra cosa que tocarte
como se toca el picaporte de una puerta
a sabiendas que detrás está la infancia.

yo no quiero que seas un país.
no te quiero con calles.
no quiero sobre tu vientre el estandarte ecuestre
de un héroe patrio.

yo no quiero patios en tu nuca.
yo no quiero aeropuertos en tu espalda.
no te quiero país sino ventana.

eso, ventana.

yo no quiero que seas un país.
te quiero casa.

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