hay un pequeño pájaro que me sigue
como una sombra me sigue
duerme en mi cabello
le habla a los objetos cotidianos
a las mujeres cotidianas
cuando atravesamos las plazas
se desliga de mí y vuela hacia los árboles
llama desde allí a sus amigos
entonces de las cabezas de los peatones
emigran todos los pájaros
de todos los colores
y se juntan sobre la copa del árbol
y pían y sonríen y se dan la mano
a tener en cuenta entonces este detalle
los pájaros que andan sueltos
andan buscando su mata de cabello
su casa
la cabeza sin cielo de algún humano
que sin saberlo perdió su pajarito
nadie le canta en el oído
anda creyéndose que la vida es solo esa
constante de abrir los ojos a la mañana
y cerrarlos con la luna/

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