Subite/

Bajate un poco de los años, vayamos juntos a recordar cómo eran aquellos días en los que jugar era una cosa seria; en los que los pagarés y las deudas y los jefes con cara larga eran cosa de un futuro al que nunca llegaríamos, y llegamos. Hamacame, te hamaco. Estas son tus poesías, las mismas que escribías o dejaste de escribir cuando el corazón se te ponía como una casita de fiestas cuando mirabas el mar, o los dibujos animados o los ojos de ese amor que te ponía rojas las mejillas al mirarlo; dale hamacame que yo también ando miedoso de volverme adulto, de creerme los años; te hamaco así los pájaros vuelven a cantar solamente para vos; te hamaco así las palabras te tocan las manos con un silbido de estrellas; acompañame, no me dejes jugando solo, es tan lindo cuando decís que sí y te bajas de los años y me tomás las manos para pronunciar juntos las palabras que no deberían haberse ido nunca de nuestro ser en el mundo; porque ser adultos no es andar de ceño fruncido el día entero entre las calles sino tomar la realidad como se toma un helado; hamacame, te hamaco así, atrás, adelante, para atrás para adelante para atrás para adelante para atrás para adelante …