para amarla tuvo que parirse de nuevo
dicen
reinventarse 
aprendió a caminar con los pies que no tenía
a mirar con los ojos del que se paraba enfrente
dominar el álgebra 
y la gramática del indi

para amarla se cosió dos hojas de palmera a la espalda
y anduvo más de tres semanas
con dos cocos peludos en las manos
para ofrecerle a los monos
y a los inspectores de colectivos

aprendió a decir buen día en sánscrito
a cebar mate con espuma marítima
a ensuciarse la boca para decir el amor

molusco amor

para amarla tuvo que aprender a manejar un camión de bomberos
porque la municipalidad lo multaba por andar haciendo fuegos
por las plazas públicas
por los paseos de las esculturas
por el centro comercial

para amarla aprendió un nuevo lenguaje
se mudó a un nuevo país
se exilió de sí mismo por una antorcha viva
torció el monigote corazón para mirarla a la cara
sin sentir que el cielo se le escurría por los poros/

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