sé que mis hermanos pasan el hambre
pasan la angustia
pasan el insomnio diurno de la
elegante espera en que nos tiene el cielo.
pero sonriamos al menos una vez al día
con la misma boca
con los mismos dientes
con que de chicos decíamos la palabra jugar
y que
con los años
nos fue quedando grande pesada lejostanlejos.
invitemos a la fiesta también a los poetas misántropos
para quienes el hombre es un bicho ponzoñoso
una mesa que se tuerce hacia el equinoccio
sirvámosles sopa de verdura
leámosles versos donde la alegría les haga gestos
de bienvenida en las orejas
¡es tan cortita la mayúscula que llamamos vida!
propongamos la alegría
no hay un diptongo en este mundo que no merezca
ser parte de la lluvia donde te nacés nacida/
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