aunque muerda mil veces el mismo anzuelo
el obstinado amor avanza respingando los
dientes porque le duele menos andar con 

el paladar sonámbulo que el cobarde ardid
del desencuentro, esta primera luna, este

primer colmillo será todo su balaustre de
piojos que lloran siempre a la hora del re
menor del refugio fugitivo de sombras y 

esperanzas no quiere el obstinado quedarse
a un lado de la garúa prefiere andar el rostro

esmerilado pausado antidepresivo que el
otro plan menos riesgoso por lo tanto más
inhumano 

del olvido en que lo pretenden 
cocer 
los cangrejos duros de la memoria
sobre todo vos haciendo equilibrio en mi
cornisa aunque mil veces 

el mismo nosotros/ 
  

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