el fabricante de lluvias/
tiene en cuenta
a la hora de hornear los relámpagos
la temperatura del horno
y la disposición bilateral del viento:
si viene del Océano Atlántico
calentará el trueno a 400 grados centígrados
por lo contrario
si viene maullando del otro lado de los Andes
el horno oscilará entre los 600 y 700º centígrados
un buen fabricante de lluvias
nunca amasa las nubes sin agregarle un chorrito de leche
un pelo de cabra
y una hoja corrugada de laurel
deja secar el cielo durante 30 minutos
antes de agregarle tinta de pulpo
para darle ese color violáceo de las tormentas veraniegas
un buen fabricante de lluvias tiene en cuenta
a la hora de barnizar los cuencos de plata con azufre
las caderas de la mujer que aman
la boca tormentosa de donde nacen las mejores ecuaciones
con que la llovizna clava sus navegantes uñas
en el verde corazón de los pájaros/
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