en la insustancialidad de los sueños
esa mezquina parte donde la usurera realidad nos sopesa el día
vino mi mamá
vestida con una camisa rosa
con su pelo intacto antes de la rosa negra que le sacudió la vida
o, más elegantemente podría decir, esa su muerte suya rosa negra,
pero decía que
en la cosa no sustancialmente gramatical de los sueños
vino Mecha, mi máma rosa, mi mamá azulgrana,
vino con los cabellos rubios como una moneda azteca a hablarme
acerca del amor que tanto cielo le diera hace apenas siglos
o como dijo "yo lo besaba como a una cuna" y
luego desperté
aún el colectivo andaba en las profundas entrañas de la noche
posiblemente la noche y la carrocería de la perenne noche
duerman todavía, Mecha estabas hermosa,
por la visita a la hora de la meca
gracias/

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