dejé mis pies al borde de la cama
y me acosté a dormir
quise rascarme la frente y perezoso recordé entonces
que mis manos quedaron apoyadas
en la mesa de la cocina, no iba a levantarme por ellas
ya las recogería a la mañana, el verdadero inconveniente
se presentó al querer ponerme de costado
-ya sabés, de otro modo no concilio el sueño-
pero en ese momento hice memoria y chasqueando
una lengua que no tenía a mano me dije paparulo
andá a saber en cual rincón del mundo
te dejaste olvidado/

No hay comentarios:

Publicar un comentario