y los animales, pesaron la rabia, el viento
vinieron con balanzas a pesar la lluvia
pesaron de paso el aire y pesaron las
palabras, pesaron las raíces y las piedras,
los peces, las ruedas de los ferrocarriles
y pesaron los ojos de las mariposas
y las alas de las abejas y el riñón de los
hipopótamos y la voz de los pájaros,
pesaron la sangre de las heridas,
pesaron los aceros y los vegetales,
pesaron la vergüenza y el carisma
y la anatomía clara de la cebolla,
pesaron el poema y lo hallaron
desnutrido, pesaron al poeta,
primero sus pies cortados a cuchillo,
luego su alma gastada como una puerta,
pesaron el amor del poeta
pesaron su soledad y el gesto con que
a diario, desenrosca el pico de
los adverbios y la gramática de
las balanzas y lenguaje de las lupas/
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