dijimos que el mar era el mar
y así anduvimos felices sobre la tierra
y dijimos que para siempre el tiempo
entonces el corazón andaba asombrado,
esa es la palabra: asombrado,
porque cuando andamos de dos en dos
y miramos con cuatro ojos la realidad
descubrimos de pronto que también la hojarasca
tiene parte de razón en este asunto,
dijimos que amor y el mar y la tierra
y los animales que aprendieron a callar tu nombre
no será así acaso el breve tiempo que somos?
tu manita decía adiós en tanto cielo
después de tantos pájaros ganados/

No hay comentarios:

Publicar un comentario