para el que vuelve estropeado después de andar el día
para el que se levanta temprano a castigarse la espalda
contra los verdugos ladrillos de la obra ajena
para el panadero que fatiga la harina con las manos suyas
y las manos de sus hijos
para los chicos que andan con trapitos en los ojos
y con baldecitos de juguetes
incrustando infancias en los semáforos
limpiando con el alma parabrisas donde se ven a sí mismos
los rostros reflejando las balanzas dispares de la alegría
para el que despierta en cualquier banco de cualquier plaza
de cualquier ciudad de América Latina
para las maestras que dejan la tiza para tomar las banderas
que dejan el grito en las calles para no dejar las aulas sin voces
para las mujeres que cosen en los subsuelos de las patrias
las camisas que vestirán los señores de las otras patrias
para los que miran el crepúsculo arder tras las rejas
de cualquier prisión de cualquier parte del mundo voluntario
para los poetas que murieron con la palabra en los labios
para que las bocas no murieran de gendarmerías
para el que nace atropellado 
para el que muere sin haber echado un ojo en la ranura de la buena suerte
para los que sostienen en sus espaldas la maquinaria salvaje de la utopía
para todos ellos sea la poesía/

No hay comentarios:

Publicar un comentario