necesitamos una poesía que hable del hombre común
de la mujer común
del niño y de la niña que se levantan temprano para asistir a clases
del repositor externo de los supermercados
que vive acomodando mercadería que él no puede comprar
una poesía sin más que un panadero a las seis de la mañana
vigilando las facturas en el horno con un mate en la mano
una poesía que se haga cargo de los viajantes de trenes
de la mujer que carga su maleta por las calles
para venderle un seguro de vida a quién tiene una vida insegura
una poesía tan común que dé pena tomarle el pelo
y que nos traiga paraguas por si se vienen los palos
porque si es usted lector sudamericano
ya sabrá a estas alturas
que los palos vienen siempre que se habla de lo que no se debe:
y de lo que nunca se debe hablar es de la reforma agraria, por ejemplo.
una poesía del palo de escoba y del jefe con automóvil nuevo
una poesía que en cualquier lugar y porque sí grite de pronto "Che Guevara!"
necesitamos una poesía que diga te amo, así, de sencilla.
una poesía que no se le caigan los dientes en los salones literarios
ni en las rondas de poesía.
una poesía, en fin, que aporte las mismas proteínas que un pescado/

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