o las sombras quizá solo las sombras
saben que la verdadera luz es una farsa
o un rostro apenas menos manso de la locura
esa gran mecedora de pájaros
esa máquina ataviada de perfumes
esa lluvia que nos derriba en la esperanza
esa famélica llama con que se alumbran los cuerpos
que se levantan en el día de gracia
a ver morir las flores detrás del vidrio
de una abierta ventana al otro lado del crepúsculo
una cama con manos y con piernas correrá por
callejones donde los hoteleros del insomnio se peleen
por ver quién arroja más almohadas a la calle
para que las sombras de los pájaros las muerdan
y las desplumen como a gallinas ciegas
o quizá sea el amor, solo el amor que pasa/

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