a ciencia cierta nadie puede decir
hasta aquí mi sombra más allá la sombra de mi zapato
con rigor a la verdad objetiva de las cosas
nadie ha visto nunca su propio rostro
me dirán
y el espejo?
ah ... el espejo, claro, el espejo
el espejo qué?
el espejo nada!
allí una vaga forma con nariz y ojos y orejas de burro le van a crecer
nos mira
e imita los movimientos a la perfección
sube el labio superior deja ver los caninos
gira hacia la izquierda las fosas nasales
y levanta la ceja derecha agrandando el cuenco visor de la pupila
y el espejo?
el espejo nada
es imposible contemplar tu propio rostro
a lo sumo concedamos esto: vemos una carita de nieve que nos mira
y nos sirve para cepillarnos los dientes
para apretarnos un grano
para tomar de la punta de los pelos esa atrevida cana
que se muere de ganas de decirle al mundo
que hemos pasado los treinta
pero nos fuimos de tema
estábamos con la salinidad de las cosas
cuánto pesa una lágrima?
el párpado que se encarga de guillotinar esa agüita salina
ignora peso, tamaño, ph y longevidad de la misma/
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