tengo que hallarte antes de que acabe el día
el fuego en su monóculo de estambre muge
y derrite los arquetipos con que el sol se mece
los cabellos y los estados de sombras y luces,
a veces un ojo tuyo me pica en la garganta
y estiro el brazo para solventar en el aire
un sueño propio que venía atándose los párpados
una vocecita de vos que tenía furia de distancia
es menester que toque tu mano antes de dormir
no vaya a ser que se me queden encallados en 
las costillas estos corazones que relinchan por vos
desde que el primer gallo del mundo
anuncia a trompetazos el cielo del nuevo día/

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