y si en vez de atarte los cordones
y de cepillarte los dientes
y de leer el diario los martes a la mañana
si en lugar de llorar en las garitas de colectivo
o de ir bajo la lluvia a sentarte bajo un árbol
si en lugar de ser ese siempre que sos
te desatás los cordones
dejás para otro día la pasta de dientes
hacés aviones de papel con los suplementos de arte
subís a los colectivos y abrazás a los choferes
caminás bajo el sol y te subís a un árbol
y desde allí ves cómo el mundo sí valía la pena/