fundamentos de una lluvia en diciembre ...
se empañará la lluvia
en alimentar
mi memoria
hambrienta de vos?
y resulta que el arco de colores subyugantes
se pone panza arriba a narrar
la elegía
de un hombre
y una mujer que cargan
cuesta arriba -idiomáticamente-
la pesada piedra que Sísifo
renunció ya hace tiempo subir y bajar
de la ceniza al polvo/
con
qué
razón
soy
la guía alfanumérica
a la que no consultan
ni las voces
de los que olvidaron sus botas de lluvia
en alguna galería
de alguna ciudad dormida
de alguna provincia olvidada
de esta parte inverosímil
de América/
de América/
(sé que son mías
tus manos,
mujer.
las manos con que trabajás la arcilla.
con que peinás la monotonía de las conversaciones grises
las manos con las que juntás las migas de la mesa
-ese pequeño y absoluto detalle que te hace hermosa-
las manos con las que acariciás el lomo azul
de las razones
domesticadas a diario
con alegría
de saber que
es regular y equitativo
el milagro
de tenernos:
como tus propias manos también son las manos mías)
qué vanidad creernos lejos,
verana mía,otoña, mi invierna!
qué holgazanería suponer que si estirás los labios
no estaré allí para demorar con mi boca
el beso
que una saliva volcánica nos deshoja!
que una saliva volcánica nos deshoja!
se equivoca la lluvia
pero está
ciega la pobre.
pero está
ciega la pobre.
ni vos ni yo debemos guardarle recelo
ni el menor rencor.
está sorda y muda
la pobre.
está sorda y muda
la pobre.
no estando estás en el lápiz con que subrayo
las páginas de estos libros.
no estando estoy en el agua que bebés
en el pan que masticás
en la lluvia que mirás y no te mira
que no me reconoce y miro desenredar el mundo
y que si llueve
es porque nosotros
sabemos solear la vida/
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