hay una madera
un respaldar de cama
que siempre será tuyo
y será mío
una calle en aguacero
que será siempre tuya 
y será mía esa lluvia
que tocó tus hombros
haciéndome simplemente feliz
como una travesura la memoria
no aniquila jamás
lo que alegró de joven al corazón humano
vendrá otra madera
el respaldar de otra cama
otra calle y otra lluvia 
a sumarse cualitativamente
a eso que ya no somos
y seguimos siendo
hasta que la lengua quede dura
dormida sobre el paladar/

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